La hidratación es básica en el ser humano e indispensable para las funciones básicas del organismo. Es fundamental en las épocas del año en que empiezan los calores responder adecuadamente a la necesidad de líquidos.

El agua desempeña funciones básicas en el organismo como son el transporte de sustancias o como medio en el que se realizan las reacciones químicas.

En primavera, y sobre todo en verano es importantísimo beber agua ya que sirve como sistema de refrigeración cuando se incrementa la temperatura del ambiente, impidiendo así que se eleve excesivamente la del cuerpo. Ese sistema único de refrigeración es la transpiración, que se efectúa a través de las glándulas sudoríparas de la piel, donde llegan el agua y las sustancias de deshecho y se evaporan. Sudar es innato y necesario.

La refrigeración no sólo se efectúa cuando sube la temperatura, sino también cuando se realiza ejercicio, ya que tres cuartas partes de la energía gastada se transforman en calor. La cantidad de sudor depende tanto de la humedad, como el calor y la intensidad del esfuerzo; cuanto más elevado es alguno de estos factores, mayor es la evaporación del agua. Depende también de la persona, hay personas que sudan más que otras, pero el sudar en sí, es algo común en los seres humanos.

Ya que la hidratación es indispensable para funciones básicas del organismo, es vital que se responda adecuadamente a las necesidades de líquidos. En condiciones normales, el hombre necesita alrededor de tres litros de agua diarios: al menos un litro y medio en forma de bebidas, y el resto, a través del agua que contienen los alimentos.

La sed resulta un buen indicador de estas necesidades, tener sed es un indicador de nuestro cuerpo de que se está deshidratando, pero cuando se realizan actividades deportivas, el mecanismo de la sed se retrasa, y personas de edad avanzada pueden sufrir hipodipsia y apenas notar esta sensación, por lo que también es más fácil que se deshidraten. Para evitarlo debemos beber a menudo, y tomar comidas ricas en agua, como son frutas y vegetales, sobre todo en primavera y en verano, estaciones en las que se elevan tanto las temperaturas.

No debemos olvidar que el agua es imprescindible y necesaria, ya que forma parte de nosotros. Ya en la antigüedad clásica se describió como principio fundamental de todas las cosas. ¡En abril aguas mil! Riégate tú también. Puedes hacerlo por dentro y por fuera…









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