Uno de los principales problemas al que nos enfrentamos con el paso del tiempo es la falta de sueño profundo, continuo y reparador. Dormir mal no solo es dormir poco, es no dormir profundamente y que no se descanse.

Cuando nos hacemos mayores, nuestro cerebro es menos permeable o sensible a los neurotransmisores y las sustancias químicas que van a estimular el sueño, por lo que durante la noche va a costar más dormirse y durante el día va a costar más mantenerse despierto.

Con la edad se duerme peor y eso hace aumentar el riesgo de sufrir enfermedades. Los cambios hormonales, la falta de actividad física, la polimedicación o la incertidumbre urinaria son algunos de los factores que influyen a la hora de descansar.

Las personas mayores tienen sueño más temprano y en consecuencia se levantarán mucho más temprano, esto se conoce como síndrome de la fase de sueño adelantada.

¿Más horas o mejor sueño? Según los estudios es más beneficioso tener un sueño profundo que más largo, por ejemplo más de 7 o 8 horas en un adulto no es más beneficioso, sino es preferible que sea más "provechoso".

Las personas mayores tienen sueño más temprano y en consecuencia se levantarán mucho más temprano, esto se conoce como síndrome de la fase de sueño adelantada, lo que puede provocar que se tenga sueño para acostarse demasiado temprano, modificando los ciclos circadianos normales.

El insomnio provoca que se sienta durante el día periodos de sueño, pero si queremos regular el ciclo del sueño no podemos dormir durante al día.

¿Qué se puede hacer para dormir mejor?

La farmacéutica Meritxell Martí aconseja seguir las pautas del médico y tomar fármacos inductores del sueño y que ayuden a mantenerlo. Es preferible dormir bien a tener miedo a los posibles efectos secundarios o a la dependencia de estos fármacos.

Para muchas personas el problema de no dormir va ligado a otros problemas, TOC, o incluso ansiedad, por ello el médico es el indicado para recetar o cambiar el fármaco necesario.

Aunque a veces es preferible cambiar el medicamento a empezar a tomar suplementos y acabar con un cargamento de productos extra. Los suplementos nutricionales pueden ayudar a mejorar el sueño.

El insomnio provoca que se sienta durante el día periodos de sueño, pero si queremos regular el ciclo del sueño no podemos dormir durante al día.

Entre los más conocidos está la melatonina, de gran ayuda sobre todo cuando se ha perdido el ciclo del sueño correcto. Plantas y extractos herbales, como la amapola californiana, el hibisco, melisa, pasiflora, valeriana, flor de tilo, camomila e incluso el jengibre pueden ser grandes aliados.

O los aminoácidos como el triptófano o el metabolito del mismo, el 5 hidroxitriptofano, que ayudará a relajar y a mejorar el estado de ánimo.

Además, el aceite de cannabis sativa, pero el CBD (cannabidiol), sin que contenga el contenido en tetrahidro cannabinol, ayudará a mejorar el dolor y a relajar el SNC, aumentando la capacidad del sueño.

RECOMENDACIONES:

  • Cenar poco, una infusión o un vaso de leche templada puede ayudar a dormir mejor.
  • No tomar cafeína ni estimulantes al menos cuatro horas antes de acostarse.
  • Evitar las cabezaditas durante el día.
  • Durante la tarde-noche, el ejercicio, si se hace, que sea ligero.
  • Evitar los aparatos electrónicos antes de acostarse o en la cama.
  • Procurar seguir los mismos horarios.
  • Ir a la cama cuando se quiera dormir, no antes.
  • No beber alcohol antes de acostarse.








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