Actualmente, estamos expuestos a la ingesta de una alta cantidad de toxinas presentes en nuestra alimentación, a través de productos sintéticos incorporados a los alimentos en forma de conservantes y emulsionantes; a través de alimentos genéticamente modificados; a través de los excesos alimenticios del día a día y, sobre todo, de las festividades como las navideñas, con el abuso en el consumo de bebida y comida.

Las toxinas son sustancias que tienen efectos perjudiciales en nuestro organismo, alterando la función o estructura de las células. Aunque nuestro cuerpo ha diseñado un sistema de destrucción de toxinas, a través de distintos órganos, principalmente riñones, hígado e intestino grueso, cuando se produce una ingesta masiva de las mismas, el sistema se sobrecarga y estas pueden acumularse a través del tiempo, llegando a afectar incluso a todo el organismo.

Es por ello, que se plantea la necesidad de darle un descanso al cuerpo y poner en práctica algunas medidas para desintoxicarlo:

  • Limitar el consumo de alimentos conservados, procesados o enlatados.
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas, esto es, de alimentos más depurativos, antioxidantes y diuréticos, que deben ser cocinados preferentemente en casa y consumidos sin salsas que contengan edulcorantes o saborizantes artificiales.
  • Incrementar el consumo de líquidos: jugos o zumos recién hechos, caldos y purés. Todo un día de consumo solamente de líquidos ayuda reducir la carga del sistema digestivo.
  • Beber abundante agua, lo más pura posible. Se recomienda una media de 2 litros al día. La piel se hidrata y se vuelve más elástica.
  • Consumir té verde o infusiones aumenta la micción y la eliminación de toxinas a través de la orina. Es sabido que el té verde es un potente diurético y antioxidante. Infusiones de romero o achicoria ayudan al hígado a filtrar la sangre y a eliminar toxinas.
  • Dejar la vida sedentaria, caminar todos lo días o hacer ejercicio, oxigena el cerebro y limpia los pulmones.
  • Evitar el estreñimiento, incluyendo en la dieta fibra natural (frutas, legumbres, avena).
  • Descansar lo necesario, durmiendo entre 7 y 8 horas. Además, la relajación equilibra el sistema nervioso y disminuye los efectos del estrés, responsable también del aumento de toxinas en nuestro cuerpo.
  • Eliminar toxinas a través de la sudoración, haciendo ejercicio o mediante baños de vapor.
  • Practicar, en alguna ocasión, una dieta depurativa.

A continuación, te recomendamos algunos de los llamados alimentos desintoxicantes:

  • Las uvas depuran la corriente sanguínea y controlan el colesterol.
  • La manzana limpia el intestino.
  • El limón o el té verde son antioxidantes.
  • Las alcachofas, los espárragos, la piña, el hinojo… son alimentos diuréticos que ayudan a eliminar líquidos, expulsando también las toxinas a través de la orina.
  • La cebolla o el ajo favorecen la circulación. Este último, además, es muy beneficioso para el hígado: activa enzimas que ayudan a depurar el organismo.
  • Los vegetales de hoja verde, tales como la espinaca, la lechuga, los berros o las acelgas, son la base de una dieta desintoxicante, pero, además, son antioxidantes por su contenido en vitamina C.
  • Las semillas de sésamo previenen los daños que el alcohol puede producir en nuestras células.
  • Los alimentos ricos en fibra regulan el nivel de colesterol en sangre y el tránsito intestinal.

¡Recuerda que un organismo limpio es un organismo sano y resistente!









Recomendamos