La mascarilla ha llegado para quedarse y con ella determinados problemas asociados a la piel. Por esto ha surgido el término maskné, término que ha sido acuñado para señalar los problemas que se derivan del uso de la mascarilla.

Este cubrebocas produce oclusión y roces, especialmente en las zonas de ajuste como detrás de las orejas o en la nariz. Una utilización continuada de la misma hace que disminuya la ventilación de la piel, además de aumentar la temperatura y humedad local. La falta de oxígeno provoca que se obstruyan los poros y provoque ciertas alteraciones.

Biotherm recomienda limpiar el rostro antes y después del uso de la mascarilla es primordial. La loción purificante Purefect Skin Loción ayuda a la hora de absorber la grasa, además de reducir los poros.
Mientras que una hidratación suave y reconfortante es el siguiente paso necesario para combatir el maskné. El poder regenerante de Life Plankton es un plus que se convierte casi en un must: Life Plankton Sensitive Balm, que ya forma parte de la rutina de cuidado imprescindible.

Además, una vez a la semana es altamente aconsejable la utilización de una mascarilla adecuada. Un ejemplo es Skin Oxygen Wonder Mud, cuya tarea consiste en desobstruir y reducir poros.

En función del tipo de piel, se recomienda aplicar una o dos veces por semana el nuevo Life Plankton Mild Creamy Peel y combinarlo con el producto anterior para completar un tratamiento a salvo de mascarillas.
Mientras que la fracción de probiótico Life PlanktonTM estimula la renovación celular mientras que el escualeno natural protege frente a la deshidratación.

Biotherm aconseja incidir en el ritual de limpieza e hidratación, además de seguir las indicaciones concretas de cada mascarilla: desechables o reutilizables, respetando el número exacto de lavados.









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