Padre Ángel, Elena Furiase y Carolina Bail.

Arnidol, marca de referencias en farmacia especialmente indicadas para aliviar la piel de los más pequeños tras golpes leves o el contacto con insectos, consolida, año tras año, su visión altruista recaudando fondos por una buena causa a través de la venta de todos sus productos, durante cuatro meses, en su red de distribución nacional.

Este año Arnidol aúna fuerzas y esfuerzos con Mensajeros de la Paz para garantizar las necesidades básicas de los más pequeños desde la solidaridad y la tolerancia.

Mensajeros de la Paz y el padre Ángel, luchando contra la desigualdad desde 1962

La labor humanitaria del Padre Ángel ha hecho de la Iglesia de San Antón un referente solidario dentro y fuera de nuestras fronteras. Desde el templo de la madrileña calle Hortaleza y encabezada por el sacerdote asturiano,

La labor humanitaria del Padre Ángel ha hecho de la Iglesia de San Antón un referente solidario dentro y fuera de nuestras fronteras.

Mensajeros de la Paz es la organización que lucha por la infancia y protege a niños y niñas en situación de vulnerabilidad desde hace 60 años.

Este año Arnidol ha querido formar parte del trabajo social de “La Casita de Mensajeros” y “La Despensa de San Antón”, los lugares de acogida y atención desde los cuales Mensajeros de la Paz asiste a los sectores de la población más desfavorecidos, anteponiendo como prioridad el cuidado, la salud y la alimentación de pequeños en riesgo desde su nacimiento hasta los 12 años de edad.

La preocupación común por la infancia ha propiciado esta colaboración entre Arnidol y Mensajeros de la Paz por un futuro digno y sin desigualdad. Carolina Bail, product manager de Arnidol en la farmacéutica Faes Farma, ha entregado un cheque por 20.000 € al Padre Ángel con el fin de cubrir las máximas necesidades posibles de un día a día en La Casita de Mensajeros y La Despensa de San Antón, centros de ayuda de conciliación familiar y laboral de familias en situación de vulnerabilidad.

Una jornada en La Casita de Lavapiés consiste en acompañar y mimar a niños y niñas mientras sus principales cuidadores no pueden estar con y para ellos. El acopio de pañales, leche de formulación, productos farmacéuticos y alimentos frescos es ilimitado en un centro de pedagogía respetuosa para pequeños de 0 a 3 años por la mañana, y de 3 a 12 en horario de tarde durante todos los días del año. Por su parte, la Despensa nació en 2020 como refuerzo al compromiso de Mensajeros de la Paz por las familias en riesgo de pobreza agravada, más si cabe, a raíz de la COVID-19. Desde ella se entregan cestas solidarias de emergencia y acompañamiento a personas excluidas del sistema que, sin este proyecto, no tendrían acceso a ningún recurso.

Elena Furiase, comprometida con la infancia

Esta ha sido la primera aparición de Elena Furiase ante los medios tras dar a luz a Nala, la pequeña con la que la actriz ha cumplido uno de sus mayores sueños, formar una familia y verla crecer. Actriz, madre de dos y solidaria, Elena ha sido la cara visible de la colaboración entre Arnidol y Mensajeros de la Paz sumando y aportando su mayor implicación a favor de lo más prioritario del mundo, la infancia.

Mensajeros de la Paz es la organización que lucha por la infancia y protege a niños y niñas en situación de vulnerabilidad desde hace 60 años.

Su talento conquistó desde el primer momento con su participación en la serie El Internado y la interpretación del personaje Vicky. Lleva cosechando éxitos desde entonces en una consolidada carrera de más de quince años que sólo se ha visto puntualmente interrumpida por su ya doble maternidad. Sus múltiples incursiones en el teatro y la pequeña y gran pantalla le han hecho merecedora de premios, pero Elena Furiase también ha sido reconocida por una de las facetas que más la definen, la humanitaria (Premio Woman’s Week en 2013 y Premio Joven Actriz Solidaria en el XIII Festival Internacional de Cine Social de Castilla-La Mancha, por la Fundación Lumiere en 2016).

Furiase compagina sus dos grandes vocaciones, la laboral y la solidaria, con la maternidad desde otoño de 2018 cuando dio a luz a su primer hijo Noah fruto de su relación con Gonzalo Sierra. La historia con el músico y amor de su vida empezó hace cinco años y con él contrajo matrimonio en una celebración forzosamente pospuesta por la pandemia el 18 de septiembre de 2021 en la hacienda Dehesa de Montenmedio, Vejer de la Frontera.









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