El uso de la fitoterapia como herramienta terapéutica es distinta en cada país de Europa. Alemania lidera el ranking de uso de plantas medicinales y, lo que es más importante, la prescripción por parte de los profesionales sanitarios (tanto médicos como farmacéuticos). En concreto, la Echinacea se encuentra en la primera posición por sus reconocidas propiedades para aumentar las defensas y mejorar el sistema inmune.

Esta planta ya era utilizada por los indios nativos de América del Norte, quienes la consideraban una especie sagrada por sus propiedades curativas. En 1904 se encuentra la primera información sobre la introducción de la Echinacea en la medicina práctica, siendo la tintura de Echinacea uno de los productos más vendidos en América. Hacia 1930 comienza el cultivo y la utilización de la Echinacea, sobre todo en Alemania, país que aportará los estudios y la labor científica más importante de nuestros días respecto a su valor terapéutico. Desde este momento la popularidad de la Echinacea crece rápidamente y se generaliza su uso.

Sin embargo, con la aparición en el mercado del primer antibiótico (1945) el entusiasmo por esta planta medicinal decayó notablemente, ante la eficacia, rapidez y garantías curativas del antibiótico. Con el tiempo, la aparición de resistencias y la ineficacia de los antibióticos frente a los virus, responsables de los resfriados y numerosas infecciones del aparato respiratorio, hace que hacia 1970 los productos a base de Echinacea vuelvan a ocupar un lugar importante en la medicina.

En estudios realizados, tanto en animales como en humanos, los preparados de la Echinacea administrados por vía oral o parenteral actúan sobre el sistema inmunitario.

A día de hoy, hay una corriente que apunta a volver a las raíces medicinales, lo primero que tuvo el hombre a su disposición para cuidar su salud: La fitoterapia.

El mecanismo de acción de la Echinacea se basa en un aumento de la inmunidad. En estudios realizados, tanto en animales como en humanos, los preparados de esta planta administrados por vía oral o parenteral actúan sobre el sistema inmunitario produciendo diversos efectos: estimulación de la fagocitosis e inducción de la producción de linfocitos y otras células del sistema inmune.

Evidencia científica de la Echinacea para el sistema inmune

Son numerosos los estudios clínicos que han demostrado la eficacia de la Echinacea para la prevención y tratamiento de los procesos víricos, en general. Así lo confirma un metaanálisis publicado en The Lancet en el que investigadores de la Universidad de Connecticut han llevado a cabo una revisión de catorce estudios en los que se analizan las propiedades de esta planta medicinal en el tratamiento del resfriado común. Los autores concluyen que la intervención temprana con una formulación estandarizada de equinácea resultó en una reducción de la gravedad de los síntomas en sujetos con infección del tracto respiratorio superior.

Por otro lado, una reciente publicación revisa diversos activos naturales y su acción en la respuesta inmune, arrojando unos resultados muy positivos para la vitamina C, el Zinc y la Echinacea.

Arkocápsulas Echinacea y Arkofluidos Echinacea

Laboratorios Arkopharma comercializa Echinacea en cápsulas (polvo criomolido de raíz de Echinacea purpurea) y ampollas bebibles (extracto de raíz de Echinacea purpurea).

» Arkocápsulas Equinácea es un complemento para las personas que desean reforzar las defensas de su organismo.

» Arkofluido Equinácea Própolis ayuda a mantener las defensas naturales del organismo. Se asocia al Própolis, sustancia resinosa fabricada por las abejas obreras, que ayuda a cuidar la garganta.









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