Científicos de Corea del Sur afirman haber encontrado el mecanismo que provoca la osteoporosis. Este descubrimiento abriría nuevas posibilidades para tratar esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 50% de mujeres mayores de 50 años y se está convirtiendo en una cuestión de salud importante, ya que las personas que la padecen viven cada vez más tiempo de manera activa, sobre todo en países industrializados del este de Asia, Norteamérica y Europa.

El equipo de investigadores de la Universidad de Seúl, dirigido por Kim Hong-hee, asegura que la proteína denominada CK-B es la responsable de la activación de un proceso que debilita la integridad de los huesos. Kim explicó que al suprimir esta proteína en ratones de laboratorio, los científicos impidieron la degeneración de los huesos que normalmente afecta a personas mayores, un descubrimiento publicado en la revista «Nature Medicine».

La osteoporosis se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos por pérdida del tejido óseo normal.

Aunque el mejor tratamiento de la osteoporosis sigue siendo la prevención, mediante una ingesta adecuada de calcio y el ejercicio físico durante la adolescencia y la juventud, en la actualidad, los enfermos toman calcio y vitamina D para retrasar el deterioro de los huesos, aunque estas medidas a veces causan otras complicaciones. Según Hong-hee y otros investigadores, con este descubrimiento se podrían facilitar nuevos estudios para tratar esta enfermedad con las mínimas repercusiones.

Esta patología no produce síntomas, no duele ni causa ninguna alteración en sí misma. Sin embargo, al producirse una gran fragilidad en los huesos, aparecen con gran frecuencia fracturas óseas, que son las que condicionan los síntomas en estos enfermos.

Pero éste no es el único hallazgo científico reciente que puede cambiar la vida y la salud de buena parte de la población mundial. La revista «Nature» publica en su último número que científicos estadounidenses han descubierto el gen responsable de la mayoría de casos de neuroblastoma heredado, uno de los tumores malignos más comunes y mortales en la infancia que causa el 15% de las muertes infantiles por tumores.

El equipo investigador, integrado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos) y liderado por John Maris, explica que sus investigaciones concluyen que las mutaciones en el gen que codifica el receptor tirosín kinasa (kinasa del linfoma anaplásico o ALK) son la causa de la mayoría de estos tumores heredados.

El neuroblastoma, un cáncer que afecta a las células del sistema nervioso autónomo, suele desarrollarse en el primer año de vida de un bebé. Este tipo de cáncer, cuyas probabilidades de supervivencia son menores del 40 por ciento, depende en muchos casos de la herencia genética, algo que se predijo hace más de 30 años, aunque su etiología era una incógnita.

Según los investigadores, los resultados de este estudio abren la puerta a diagnósticos moleculares para determinar la predisposición a sufrir esta enfermedad y a terapias anticancerígenas que luchen contra los efectos de las mutaciones en este gen.









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