Caudalie, firma pionera en lo que se refiere a productos cosméticos inocuos, ofrece fórmulas que no contienen ningún ingrediente nocivo, como los parabenos, el fenoxietanol, los ftalatos, los sulfatos, los aceites minerales o los ingredientes de origen animal.

A día de hoy, Caudalie ha registrado cinco patentes exclusivas. La estrecha colaboración con David Sinclair, profesor de biología del envejecimiento en la Harvard Medical School, le permite trabajar a diario para concebir los cosméticos del futuro.

Todo empieza en 1995, cuando en pleno corazón de los viñedos bordeleses, Mathilde y Bertrand Thomas descubren el poder insospechado de las pepitas de uva, que contienen uno de los antioxidantes más potentes del mundo vegetal. Nacía Caudalíe.

Mathilde y Bertrand Thomas están convencidos que de ahora en adelante el desarrollo sostenible y el sector del lujo son indisociables. Gracias a sus compromisos con la asociación 1% for the planet, Caudalie dona cada año el 1% de su volumen de facturación a asociaciones protectoras del medio ambiente. Desde 2012, ha participado en la plantación de siete millones de árboles, y se plantará un millón más de aquí a 2020. La vid es una riqueza inagotable y la primera fuente de inspiración en Caudalie, donde no utilizan nunca ingredientes dudosos o perjudiciales.

La marca tiene de este modo un balance de carbono negativo, que compensa potencialmente hasta cuatro veces su huella de carbono. Además, el trabajo iniciado por Caudalie en 2019 para reducir sus embalajes ha permitido economizar 39 toneladas de papel y 13 toneladas de plástico.

Creada en 1999 en las tierras de las bodegas de Château Smith Haut Lafitte, Caudalie inventa el primer spa vinothérapie. Desde entonces, no ha dejado de exportar su saber hacer por todo el mundo, gracias en particular a sus 42 boutiques spa.

Caudalie [kodali] es un término enológico que designa la unidad de medida de la duración de persistencia en boca de los aromas del vino después de su degustación.









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