Cada vez más longevos

Y es que en realidad el código genético puede condicionarnos pero no determinar lo que vamos a vivir. Y aunque los seres vivos no podemos prescindir de nuestro código genético. El genoma nos da una condición inexcusable de lo que somos pero, a excepción del momento de desarrollo embrionario, condiciona pero no determina. Porque cuando pasa el momento del nacimiento comenzamos una relación con el entorno: ya hay condicionantes y no determinación.

Porque la persona envejecida no existe. Una persona esta envejecida respecto a otra. La gente entiende que una persona envejecida es senil, está en estado terminal, pero eso no es así. Uno empieza a envejecer a partir de los 21 años y es un proceso que se alarga en el tiempo y que termina más o menos tarde.

Si conseguimos sustentar nuestro estilo de vida en estos 4 pilares: Una adecuada nutrición, una actividad física apropiada, evitar hábitos nocivos: tabaco, alcohol en exceso, falta de sueño, etc., y de forma importante en una “buena actitud ante la vida”, podemos asegurarnos una mejor y mayor longevidad que la que nos correspondería por nuestra carga genética.

Según nos dicen los expertos en Medicina Antienvejecimiento: La realización de ejercicio físico moderado por personas de setenta años “rejuvenece su sistema inmunológico más de 20 años”. Y es que al parecer el efecto es el mismo que si ingiriéramos las cantidades apropiadas de antioxidantes en nuestra dieta. Se ha comprobado que la realización de ejercicio moderado aumenta las defensas antioxidantes de las células inmunitarias de la misma forma que lo hace la ingestión de un dieta rica en antioxidantes.

Y es que hablamos de algo impensable hace años: "frenar el envejecimiento". Podemos, de hecho, cambiar la historia de nuestra carga genética por medio de la actividad física y con la ayuda, por ejemplo, de la fisioterapia que se ha demostrado como un gran aliado contra la vejez. Terminando con el sedentarismo, la obesidad, mejorando la higiene postural, mediante programas individualizados denominados técnicamente: planes de reeducación y recuperación funcional.

¿Y qué puede hacer la fisioterapia en la lucha contra el envejecimiento? Pues en primer lugar: tratar precozmente e incluso prevenir las afecciones articulares (la famosa artrosis), tendinosas, musculares y motrices, mediante técnicas de reeducación, recuperación e higiene postural.

En segundo lugar, al ser necesarios ejercicios de control y regulación respiratoria, con una ventilación amplia y lenta, incrementa la ventilación basal. Hay que tener en cuenta que se deben erradicar los elementos que favorecen las contenciones abdominales (corsés apretados o fajas) ya que disminuyen la capacidad respiratoria.

Y en tercer lugar, al actuar sobre el sistema musculoesquelético (aparato locomotor), podemos mejorar la circulación con técnicas de masoterapia circulatoria, como el drenaje linfático manual. Y debemos realizar ejercicios activos con pocas cargas y muchas series y repeticiones, practicar gimnasia individual o colectiva, si es posible analítica, trabajando parte por parte todo el cuerpo (tipo pilates, gimnasia sueca dinámica o globalista). Añadiendo siempre distintos tipos de estiramientos y ejercicios de flexibilización muscular.

Todos conocemos los beneficios de la práctica deportiva, lo novedoso, ahora, es que realmente repercuten en el envejecimiento fisiológico, retardándolo, ya que se aumenta la capacidad pulmonar, la adaptación y capacidad cardiaca, la fuerza y flexibilidad muscular, y la mineralización ósea.

• La realización de ejercicio físico moderado por personas de setenta años “rejuvenece” su sistema inmunológico más de 20 años
• Personas con estrés emocional, ansiedad o depresión tienen unos parámetros inmunitarios típicos de individuos de mayor edad
• No hay genes del envejecimiento, pero la dotación genética puede influir en cómo se envejece
• Empezamos a envejecer a los 21 años

Somos lo que comemos

Una dieta rica en antioxidantes es aquella en la que se consumen alimentos que contienen cantidades apreciables de estos compuestos, es decir la que es rica en frutas y verduras. Antioxidantes conocidos como la vitamina C se encuentran en buenas cantidades en las naranjas o en los kiwis; el licopeno en el tomate, la vitamina E en los frutos secos (y por supuesto en el aceite de oliva virgen extra), los polifenoles en muchos cereales, en vegetales de color, en frutas como la uva, etc.

Es decir: “somos lo que comemos". Deberíamos hacer más comidas al día, alrededor de cinco, que sean menos copiosas para facilitar los procesos digestivos. Teniendo siempre en cuenta que la restricción calórica aumenta la vida y que "alimentos como las coles, las fresas, la miel o el queso fresco prolongan la juventud, mientras que otros como los refrescos de cola favorecen el envejecimiento".

Por lo que respecta a la actitud frente a la vida dicen los expertos que las personas con estrés emocional, ansiedad o depresión tienen unos parámetros inmunitarios típicos de individuos de mayor edad. “Sentirse feliz ayuda a mantener la salud y a conseguir una mayor longevidad”

Y es que la edad biológica (la que realmente tenemos) a veces no se corresponde con la edad cronológica (la que aparece en nuestro DNI) por eso, en ocasiones, nos encontramos con personas de 40 años que parecen tener 20 y con otras de la misma edad que aparentan 50 y no se trata, solamente, de su aspecto físico sino de los temidos "achaques". Suele atribuirse a los genes pero en realidad, estos, sólo representan el 25% de la longevidad, el 75% restante se debe a causas externas.

La Medicina preventiva no trata exclusivamente con ancianos, sino con personas sanas y jóvenes para evitar patologías futuras.

La Medicina Antienvejecimiento es la suma de la Medicina preventiva, la regenerativa y la rejuvenecedora, que combina sabiamente los avances científicos y los cambios en los hábitos de vida.

La ciencia intenta descubrir cuáles son los mecanismos que causan el envejecimiento y una vez conocidos, establecer como se puede influir sobre los mismos, para que el paso cronológico de los años se produzca con los menores signos de envejecimiento, o al menos, que aparezcan lo más tarde posible, lo que significa buscar una mayor calidad de vida. Es el "dar vida a los años" y no solamente "años a la vida".