El sol es necesario y peligroso para los niños a partes iguales. En su justa medida, tiene efectos beneficiosos para el organismo cuando la exposición es la adecuada. Lo contrario puede derivar en daños en la piel, por ello es imprescindible controlar el tiempo que los niños están expuestos a las radiaciones solares y evitar las horas de mayor intensidad.

Sin embargo, y a pesar de las múltiples advertencias, según el doctor José Manuel Pérez del Instituto Oncológico Baselga (IOB), cuando una persona cumple los 18 años, ya ha recibido el 80% del daño solar que recibirá durante el resto de su vida.

Es por ello que la prudencia y la educación respecto a este asunto deben tenerse en cuenta desde el momento en que los niños reciben los primeros rayos de sol, ya que su piel es mucho más sensible que la de un adulto. Su exposición siempre debe implicar los filtros solares más adecuados a su edad y tipo de piel.

En verano, en el horario comprendido de 11 a 17.00 h, es recomendable reducir (en la medida de lo posible) la exposición al sol y en cualquier caso, reforzar la protección de las zonas más sensibles con la ayuda de protectores solares como Arnidol® Sun.

Este fotoprotector combina las flores de Árnica y la manteca de Karité con filtros minerales, de efecto barrera inmediato, que no son absorbibles a través de la piel y proporcionan una muy elevada protección UVA y UVB, aparte de suministrar una hidratación especialmente necesaria en caso de pieles sensibles.

La Árnica es una planta procedente del centro y sur de Europa, cuyas flores amarillas contienen propiedades que suavizan, hidratan y calman la piel. Por otro lado, la manteca de Karité proviene de las nueces del árbol con este nombre, y es conocida por su poder nutritivo tan beneficioso para la piel más delicada, la de un niño. Por último, sus filtros minerales, por su propio efecto pantalla, sin filtros químicos que puedan penetrar en la piel, garantizan la aportación de una protección segura, efectiva e inmediata.

El sol es necesario y peligroso para los niños a partes iguales. En su justa medida, tiene efectos beneficiosos para el organismo cuando la exposición es la adecuada.

Arnidol® Sun se presenta en el formato más cómodo para cualquier padre o madre, un fácil y discreto stick para llevar a mano y extender de un modo uniforme en las zonas expuestas al sol. Su aplicación se puede renovar con la frecuencia que se considere necesaria, evitando el contacto con ojos y mucosas.

Para los días de playa, paseos o visitas al parque, Ardinol® Sun es una gran herramienta que proporciona una muy alta protección UVA y UVB e hidratación para los más pequeños, especialmente necesaria en caso de pieles sensibles.









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